Discursos de Poder
- Cuerpo Editorial
- 21 nov 2014
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 14 dic 2020

El Espíritu Santo todo lo conoce, está desde siempre, él es en Dios el Padre y esa manifestación de Dios ahora mora en nosotros, ¡qué distinción y privilegio nos ha concedido el Señor a darnos de su porción para cada uno de los santos!, los siervos deben estar investidos del Espíritu Santo en llenura para transitar por su servicio y ministerio deben de mantenerse alejado de las cosas del mundo (no físicamente sino espiritualmente) no contaminarse y ver en su palabra la verdad para nuestros tiempos. Transcribimos lo que aparecerá en el blog 34: “Dios en su inmensa sabiduría e inteligencia determinó en su absoluta majestad imperial que los griegos y romanos dominaran el mundo en lo militar y la estructuración del lenguaje y el pensamiento para utilizar el raciocinio en las cosas de nuestro Dios, en su plan perfecto y siendo Señor de todas las naciones dispuso la realización de su proyecto redentor para todos los hombres, ya no utilizaría la comunicación a su pueblo judío, ahora sería el pensamiento griego y latino que utilizaría para dar a conocer sus buenas nuevas a todos los hombres, Él es Soberano, Él es Omnipotente, sus designios son más inteligentes que la mente de todos los hombres juntos. La labor es fácil, no hay que voltear a ver al judío y su pensamiento y doctrinas; ahora, es algo nuevo en su Hijo Jesucristo, ya no hay judío solamente agréguenle la cultura del pensamiento y razonamiento griego y romano”.
El siguiente discurso es un ejemplo de la nueva versión de la verdad de Dios para este tiempo, ahí se agregan todas las culturas que seguirían en ese tiempo, aquí se incluyen las nuevas naciones en las diferentes épocas que han llegado a nuestros días. Los hombres que crean son bienvenidos a participar de las riquezas de nuestro Señor. Los que no crean cumplirán la profecía en el cual descansa no es de todos la Fe. Leamos con atención el primer discurso en Hechos 17:22-31 22 Pablo se puso entonces en medio del Areópago, y dijo: «Varones atenienses, he observado que ustedes son muy religiosos. 23 Porque al pasar y observar sus santuarios, hallé un altar con esta inscripción: «Al Dios no conocido». Pues al Dios que ustedes adoran sin conocerlo, es el Dios que yo les anuncio. 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, es el Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por manos humanas, 25 ni necesita que nadie le sirva, porque a él no le hace falta nada, pues él es quien da vida y aliento a todos y a todo. 26 De un solo hombre hizo a todo el género humano, para que habiten sobre la faz de la tierra, y les ha prefijado sus tiempos precisos y sus límites para vivir, 27 a fin de que busquen a Dios, y puedan encontrarlo, aunque sea a tientas. Pero lo cierto es que él no está lejos de cada uno de nosotros, 28 porque en él vivimos, y nos movemos, y somos. Ya algunos poetas entre ustedes lo han dicho: “Porque somos linaje suyo.”29 Puesto que somos linaje de Dios, no podemos pensar que la Divinidad se asemeje al oro o a la plata, o a la piedra o a esculturas artísticas, ni que proceda de la imaginación humana. 30 Dios, que ha pasado por alto esos tiempos de ignorancia, ahora quiere que todos, en todas partes, se arrepientan. 31 Porque él ha establecido un día en que, por medio de aquel varón que escogió y que resucitó de los muertos, juzgará al mundo con justicia.
El siguiente discurso está dirigido a la iglesia y son las palabras de un siervo útil en el servicio de la propagación del evangelio de la Fe. Se derrama el Espíritu de amor en su despedida, el mensaje está revestido de acciones, consejos, profecía, esperanza, enseñanza y testimonio. Leamos lo que el Espíritu Santo dice a través del apóstol Pablo en Hechos 20:17-38 17 Desde Mileto Pablo envió un mensaje a los ancianos de la iglesia de Éfeso, para que se reunieran con él. 18 Cuando los ancianos llegaron, les dijo:
«Ustedes saben cómo me he comportado todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia.19 Saben que he servido al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas, y que he sido puesto a prueba por las intrigas de los judíos. 20 También saben que no me he negado a serles útil, y que en público y en las casas he anunciado y enseñado 21 a los judíos y a los no judíos que deben volverse a Dios, y tener fe en nuestro Señor Jesucristo. 22 Ahora voy a Jerusalén, llevado por el Espíritu, pero no sé lo que allá me espera, 23 a no ser lo que el Espíritu Santo me ha confirmado en todas las ciudades, de que me esperan cárceles y tribulaciones. 24 Pero eso a mí no me preocupa, pues no considero mi vida de mucho valor, con tal de que pueda terminar con gozo mi carrera y el ministerio que el Señor Jesús me encomendó, de hablar del evangelio y de la gracia de Dios. 25 Yo sé que no me volverá a ver ninguno de ustedes, entre quienes he estado proclamando el reino de Dios; 26 por lo tanto, puedo asegurarles que estoy limpio de la sangre de todos, 27 pues no me he negado a anunciarles el plan de Dios. 28 Yo les ruego que piensen en ustedes mismos, y que velen por el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos, para que cuiden de la iglesia del Señor, que el ganó por su propia sangre. 29 Yo sé bien que después de mi partida vendrán lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. 30 Aun entre ustedes mismos, algunos se levantarán y con sus mentiras arrastrarán tras de sí a los discípulos. 31 Por lo tanto, manténganse atentos y recuerden que noche y día, durante tres años, con lágrimas en los ojos siempre he aconsejado a cada uno de ustedes. 32 Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra de bondad, la cual puede edificarlos y darles la herencia prometida con todos los que han sido santificados. 33 Nunca he codiciado la plata ni el oro ni el vestido de nadie. 34 Bien saben ustedes que mis manos me han servido para ganar lo que nos faltaba a mí y a los que están conmigo. 35 Siempre les enseñé, y ustedes lo aprendieron, que a los necesitados se les ayuda trabajando como he trabajado yo, y recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Hay más bendición en dar que en recibir.”»
36 Dicho esto, Pablo se puso de rodillas y oró con ellos. 37 Todos comenzaron a llorar y, echándose al cuello de Pablo, lo besaron, 38 pues les dolió mucho el que dijera que no lo volverían a ver. Después de eso, lo acompañaron hasta el barco.
El último discurso de esta trilogía de mensaje con poder está dirigida a las autoridades terrenales y su construcción de ideas lo hace con el pensamiento judaico y su historia, no hay quien resista la palabra de Dios, debemos de comprender que al dirigirnos ante las autoridades, esperemos a recibir la guía y el consejo del Espíritu Santo leamos este último discurso del presente tema que se encuentra en Hechos 26 Entonces Agripa le dijo a Pablo: «Puedes hablar en tu defensa.» Pablo hizo un ademán con la mano, e inició su defensa:
2 «Rey Agripa, con mucho gusto presentaré ante ti mi defensa de las acusaciones que me hacen los judíos, 3 especialmente porque tú conoces las costumbres y las cuestiones que se debaten entre los judíos. Yo te ruego que me escuches con paciencia. 4 »Todos los judíos saben cómo he vivido desde mi niñez y juventud, lo mismo en Jerusalén que entre mi pueblo. 5 Ellos saben también, y lo pueden atestiguar, que desde el principio he vivido según las normas de los fariseos, que es el grupo más riguroso de nuestra religión. 6 ¡Y ahora me juzgan por mi esperanza en la promesa que Dios les hizo a nuestros padres! 7 Se trata de la promesa cuyo cumplimiento nuestras doce tribus esperan alcanzar; por eso día y noche sirven constantemente a Dios. ¡Y es por tener esta esperanza, rey Agripa, por lo que me acusan los judíos! 8 ¿Acaso a ustedes les resulta increíble que Dios resucite a los muertos? 9 »Reconozco haber creído que era mi deber hacer cualquier cosa en contra del nombre de Jesús de Nazaret. 10 Y eso mismo hice en Jerusalén: con la autoridad que me dieron los principales sacerdotes, puse en la cárcel a muchos de esos santos, y hasta llegué a aprobar su muerte. 11 En las sinagogas, muchas veces los castigué y los forcé a blasfemar. Tan furioso estaba yo contra ellos, que los perseguí aun en las ciudades extranjeras.12 »Con amplios poderes en mi mano, y comisionado por los principales sacerdotes, iba yo una vez hacia Damasco; 13 y de pronto, rey Agripa, a eso del mediodía, una luz del cielo, más brillante que el resplandor del sol, nos rodeó en el camino a mí y a mis acompañantes. 14 Todos rodamos por tierra. Y entonces oí una voz que me hablaba en arameo, y me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar de coces contra el aguijón.” 15 Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?” Y el Señor me dijo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. 16 Ponte de pie, que me he aparecido a ti porque tú vas a ser ministro y testigo de lo que has visto, y de otras que aún te voy a mostrar. 17 Yo te libraré de tu pueblo y de los no judíos, y quiero que vayas a ellos 18 para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás al poder de Dios; para que por la fe en mí, reciban el perdón de sus pecados y la herencia de los que han sido santificados.” 19 »Por eso, rey Agripa, no desobedecí esa visión celestial, 20 sino que comenzando por los que viven en Damasco y en Jerusalén, y siguiendo por los que viven en Judea, sin pasar por alto a los no judíos, les anuncié que debían arrepentirse y volverse a Dios, y demostrar con sus hechos que realmente se habían arrepentido. 21 ¡Y por esto los judíos me aprehendieron en el templo y trataron de matarme! 22 Pero Dios vino en mi ayuda. Por eso hasta hoy no dejo de dar mi testimonio a grandes y pequeños. Y no digo nada que no hayan dicho ya los profetas y Moisés. 23 Por ejemplo, que el Cristo tenía que padecer, y que sería el primero en resucitar de los muertos, para anunciar la luz al pueblo de Israel y a las naciones.»
El discurso ha cumplido con la obediencia a la palabra del Señor Jesucristo y el resultado se puede leer en los posteriores versículos que se encuentran en dicho capitulo.
La enorme sabiduría que Dios nos prodiga a través del Espíritu Santo es tan inmensa, hermosa, poderosa y sencilla que es por esa misma razón que nosotros debemos dejarnos guiar por este al momento de estar frente a un público o autoridades, cuando debemos dar testimonio de la fe. Dios no necesita que nosotros tengamos dotes de oradores expertos, sino la voluntad abierta y la boca cerrada para que el Espíritu Santo dentro de nosotros fluya y hable por nosotros. ¿Por qué? Porque es la operación de Dios ante el mundo, al congregar a los que habrán de escuchar Su mensaje por medio de nuestra boca. Así, los que crean a ese mensaje será para vida, ganar las almas destinadas y los que no, para su juicio por no recibir la palabra de vida enviada y cumpliendo la profecía que nadie podrá negar que no supo de Jesucristo.
Estos discursos del Espíritu se caracterizan por ser muy específicos en el tópico a tratar. Son organizados y no son largos, no son tediosos ni tampoco son difíciles de entender. Tienen siempre un antecedente, una relatoría de hechos y siempre confiesan el nombre de Jesucristo, que es el Hijo de Dios. Además, siempre llevan expresiones de amor y consuelo en sus mensajes, palabras de comprensión para los ignorantes y de reprensión para los que se oponen.
Es necesario tratar de vivir en el Espíritu lo más posible, porque en alguna ocasión podríamos ser usados para dar testimonio. Paz y gracia del Señor Jesús en sus espíritus, amén.
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