Date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
- Cuerpo Editorial
- 31 ene 2015
- 3 Min. de lectura

Estas palabras fueron dichas por el Señor Jesucristo a Zaqueo. Este es un interesante e importante momento que hizo el Señor para poner a las generaciones un ejemplo que él está atento a todo aquel que le quiera conocer. Transcribiremos el pasaje tal como viene en:
Lucas 19 1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Este relato es rico en descripción de los hechos que acontecieron en la visita a Jericó del Señor Jesús; y el Espíritu Santo lo recoge para testimonio. ¡Cuán grande es el Señor con los que le buscan! En el lugar que estés y en la diferente forma que lo quieras conocer él está ahí y te habla para dar descanso a tu alma.
No importa tu estatura espiritual si eres corto o tienes gran largura, él escoge; él conoce; él procura a los que le buscan. La casa es nuestro corazón, él desea que en nuestro corazón alberguemos nuestra fe en él, Zaqueo representa al hombre que busca la solución no en las cosas del mundo o de la carne, sabe que todo lo ha corrompido el enemigo de Dios, Zaqueo se enteró de la visita de Jesucristo a su ciudad y lo fue a ver porque las cosas que se dicen de él en su corazón son ciertas, siempre están cerca de tu vida los murmuradores que te dirán “eres pecador, aléjate de Dios”, “Dios no quiere a la gente mala” y cuántas cosas más utiliza el enemigo para que no se inicie una relación con el Señor Jesús.
Siempre un hombre de fe en el Señor Jesucristo se brinda en prodigar amor; ahí radica la fe con obras, Zaqueo obtuvo el dinero por su habilidad en los negocios muchas veces ganando extra ilimitadamente y su respuesta es clara, directa, nacida de un corazón lleno de Jesucristo. A los pobres y a los que les hizo mal lo llevó el Espíritu a recompensar y devolver parte de su fortuna mal habida.
La promesa a Abraham se cumple y se transmite por Jesucristo y para aquellos detractores de que Jesucristo castiga con vara a los que creen en él, el último versículo demuestra todo lo contrario 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Su amor es grande para los que creen en él y siguen su palabra. La iglesia se fortalece día a día en amor y poder del Señor Jesucristo, los murmuradores y religiosos, sí que deberían de estar preocupados por no enseñar la gracia a los que los siguen.
Si hay algo que imitar de Zaqueo es que no le importó nada sino conocer a Jesucristo: amigo lector Jesucristo está a tu alcance con solo invocarlo, Amén.
Comments