El hombre prudente

​Antes de dar inicio a la explicación de los mandamientos y ordenamientos del Señor Jesucristo (y en un orden desacostumbrado por este blog), daremos a conocer el fin de los que los practican y los que no lo obedecen, con el ánimo de que el final es digno de recordarse y se vea la consecuencia de la desobediencia y las promesas de su obediencia, según sea el caso. Lo que sí es un hecho es que a los dos les viene el momento de una adversidad (prueba) pero los resultados serán diferentes y de eso hablaremos del presente tema y que sirva como preámbulo para la disertación de los mandamientos de Jesucristo.

En Mateo 7:24-29 24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. 28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Jesucristo enseñaba por parábolas y utilizaba analogías con el propósito de enfatizar su palabra con ejemplos claros, en el inicio del ministerio era necesario culminar la enseñanza con un hecho que estuviera presente en la mente de las gentes que lo escuchaban y que no les fuera difícil su comprensión (hoy 1980 años después y con toda la evolución en el conocimiento humano, es difícil creer que no se entienda) y así termina el señor Jesús su discurso sobre los mandamientos y ordenamientos para el hombre de si iglesia.

Hace referencia el oír, la iglesia debe de enseñarse a oír y así discernir si el que habla proviene de Dios o es un impostor, un engañador o un perverso falso. Que me oye estas palabras y las hace, la palabra viene de Jesucristo, no es mía o de alguien más; es del Señor Jesucristo, oye estas palabras, y las hace, aquí se explicó lo que más adelante se lee en Santiago 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. La obra es poner en practica la palabra de Dios, no se refiere a obras de la carne, sino a obras que provienen de la palabra de Dios, le compararé a un hombre prudente.

Hace una comparación y habla de un hombre (la comparación es una exposición de dos casos iguales y buscar relaciones o semejanzas o diferencias) y encuentra el hombre y prudente -prudencia es un término que se emplea como sinónimo de sensatez, mesura, templanza, cautela o moderación. Se trata de la virtud que lleva a alguien a desenvolverse de modo justo y adecuado-. Aquí ya juzga que el obediente se hace prudente.

Que edificó su casa sobre la roca. La construcción es el ejemplo que utiliza para mejor comprensión. Nada extraño el concepto después del cuerpo la casa o vivienda, es importante para su seguridad, comodidad y protección, más tarde hace referencia de la importancia de la salud del cuerpo, pues ahí es la clave de residencia de Dios y él para vivir en el hombre. Aquí hay un comentario que quiero explicar: el hombre quiere estar con Dios en su lugar y el propósito de Dios es reinar contigo. Aquí en tu corazón él no quiere que tu estés con él, este mundo es del enemigo de él, él quiere que lo recibas en tu corazón y reinar contigo en amor y poder para ayudar a tus semejantes.

La roca es Jesucristo y su palabra, no hay otra verdad, no es la iglesia, no es un hombre, la roca es el cimiento y es Jesucristo. Las piedras del edificio somos todos aquellos que hemos creído que Jesucristo es el Hijo de Dios, formando el templo de Dios y todo el templo estar en la roca sólida y verdadera que Jesucristo es el Hijo de Dios.

Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; lluvia, ríos y vientos tres elementos que con fuerza desencadenan grandes estragos a la edificación del hombre. Mientras estemos en este mundo del enemigo de Dios, los ataques y las batallas están a la orden de cada casa de los hombres prudentes, no hay distinción, el enemigo de Dios quiere hacerte sentir que no estas protegido por Dios y hará todo lo posible por vencerte, desanimarte, acorralarte, asustare, engañarte y se va ir con todo y te golpeará, ya no son amenazas son realidades extremas de peligro, es la condición de hacer una buena construcción con base en los consejos del Señor Jesucristo.

y no cayó, a pesar de todo ataque en Cristo salimos airosos, es necesario establecer creer que Jesucristo es el Hijo de Dios encierra grandes promesas de victoria y si pones por obra con fe los mandamientos y ordenamientos en tu vida, el espíritu te fortalecerá y resistirás los embates del mundo, de la carne y del enemigo de Dios, es una gran promesa que alienta tu vida espiritual que un hombre que hace la voluntad de Dios no caerá, sino que se sostendrá para testimonio de los demás y para el gozo de los prudentes.

Porque estaba fundada sobre la roca. Quien se sostiene en Jesucristo es el vencedor y resistidor de los ataques del enemigo de Dios. En ocasiones en mi vida religiosa: le decía a Dios que ya no me mandara males, pero Él no te manda males, los ataques son de su enemigo, mas Él te da la fortaleza para resistirlos y Él es el vencedor pero requiere que tengas valentía en su palabra y fe en que Él lo ha preparado para vencer el enemigo. Nunca podrás saber qué tan resistente es tu casa hasta que venga una gran prueba para ella, los ataques no serán de todos los días, pero si habrá ataques, de ahí que estemos siempre atentos con nuestras súplicas al Padre de guárdanos de los males.

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; aquí vemos el otro opuesto del primer resultado de la comparación el insensato por oír y no hacerlas te pregunto lector ¿has escuchado esta palabra en el lugar que te congregas? Si me dices que no, te tengo una buena y una mala noticia, la buena es que no te vas a dar aludido por lo que sigo comentando, la mala, es que no estas contemplado como miembro de Jesucristo. ¡Terrible verdad!

Pero, si las oído y no la haces, estas definido como un insensato que no ha tenido la prudencia de escuchar y obedecer y solo te contentaste con oír algunos comentarios de Dios en tu vida y muchos de ellos sin valor espiritual y por consiguiente no has fortalecido tu casa y te has contentado con una vida superflua con apariencia de piedad pero sin fundamento y sustento de la palabra del Señor Jesucristo.

Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. En estas palabras no quieren decir que no eres salvo, la casa es un objeto material de esta vida, es un ejemplo para que todos podamos comprenderlo físicamente, es doloroso ser avergonzado y ser mal testimonio ante el mundo, por no hacer lo que te demandaba el Señor Jesús. Dice la palabra en Romanos que el que cree en el Señor Jesús jamás será avergonzado. Es mi versículo favorito y se cumple. Esto no es para aquellos que simulan ser del Señor Jesús, pero sus hechos lo niegan, no hacen sus palabras. Desde Hace 25 años pregunto a los hermanos que si conocen los mandamientos del Señor Jesucristo y después de los muchos cuestionados, ninguno me ha contestado con certidumbre.

¿Qué está pasando en los que se dicen ser hermanos en Cristo? ¿En que están fundados? ¿Acaso no creen en esta sentencia dictada por el Señor Jesús?

No pierdes la vida eterna, pero pierdes el reino de Dios, la manifestación de amor, poder, milagros y vida espiritual por no obedecer sus mandamientos y ordenamientos. Y gran ruina experimentas en el mundo con una vida estéril y llena de engaños. Los ataques del enemigo son letales para los insensatos y los desalienta para que continúes en una vida de error y desobediencia. Detén tu andar superficial y conságrate en una vida de libertad y llena de verdad en la palabra del Señor Jesucristo.

Mateo 7:28-29 28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Aquí la palabra está dirigida para la gente (todos: discípulos, oyentes, fariseos, religiosos, incrédulos), hay nuevas formas de ver la perspectiva de Dios, hay un nuevo plan y hay condiciones para seguirlo, hay que proclamarlas y qué mejor en el inicio de su ministerio, la gente se admiraba de sus conocimientos, esta palabra tiene sustento divino y espiritual y es testimonio de que su palabra constituía un nuevo cambio en el orden espiritual de Dios.

La palabra autoridad significa que está por arriba, por encima, tenemos que recordar que el único maestro autorizado y reconocido por Dios nuestro Padre, es nuestro Señor Jesucristo, salió de Él, fue enviado a nosotros por Él, no hay maestro en todo el mundo, en todo el universo, en ese tiempo más que el Señor Jesús, el clero judío seguirá operando hasta su muerte, pero sus maestros ya no tenían las lecciones de Dios, la ley habría que cumplirse hasta la muerte de nuestro Señor Jesucristo, una vez muerto, la ley ya no tiene cabida para los hijos de Dios en fe de nuestro Señor Jesucristo, seguirá para juzgar a todos aquellos que despreciaron el plan salvador de nuestro Padre.

La palabra vertida por el Señor Jesucristo contiene la voluntad de Dios, es la esencia de Dios para nuestro tiempo, su enseñanza proviene de lo Alto, el que hace las almas y le da aliento de vida a todo ser viviente incluyendo a las personas. Nosotros no hacemos a nosotros mismos: él, es el que hace nuestro ser y nuestra vida, el futuro alfarero que será nuestro formador, esas lecciones vendrán después, Jesucristo es reconocido como quien tiene autoridad, la autoridad no es terrenal, Jesucristo fue un hombre común, burdo, un ex carpintero, debió ser fuerte y musculoso, de gran voz, hablaba a multitudes, no era agraciado físicamente como nos lo hace creer Roma y sus películas, era un judío y mantenía la raza y genética judía, no había reconocimiento terrenal, todo provenía de lo Alto, de lo de arriba.

Pero la gente lo comparaba con los escribas, de aquellos que el Señor Jesús algún tiempo después hablaba de ellos así en Lucas 20:46-47 46 Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; 47 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación

Para nosotros nos deja un legado de su amor en lo dicho en Mateo 13:52 Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. Amén.