Apacentad la grey de Dios
- Cuerpo Editorial

- 30 nov 2015
- 2 Min. de lectura

1 Pedro 5:2-4 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.
Los versículos anteriores se encuentran en la primera carta de Pedro capítulo 5 y va dirigida a aquellos ancianos que han sido establecidos por el Espíritu Santo. El término “anciano” puede usarse como sinónimo de pastores, que tienen como principal función llevar en paz a la grey (rebaño o comunidad de hermanos).
Los ancianos deben cuidar a los hermanos reunidos en Jesucristo, su principal virtud es que exista la libre voluntad de los hermanos en establecer la voluntad de quien los va a dirigir y que estos lo hagan en forma voluntaria y no con la fuerza humana, sino con la paz del Espíritu Santo; no pensando en sacar provecho económico o alguna ganancia deshonesta.
Autoconstituirse como anciano o pastor es un error y falla espiritual de graves consecuencias. En los lugares en que se establezcan un pastor o un anciano (no es correcta la función individual, la escritura maneja en plural, pastores y ancianos) va en contra de la escritura y por consiguiente se desobedece a Dios. En la vida real sucede que alguno que está en desorden quiera vivir de diezmos, (doctrina errónea y sin fundamento espiritual en la iglesia de Jesucristo) ver blog anterior (Di no a los diezmos).
El deber de los ancianos es proveer de una vida de servicio, utilidad y cuidados de la reunión y convivencia de los hermanos, no para mandar y tener alguna jerarquía en la congregación, sino para ser modelos de cualidades espirituales producto del fruto del Espíritu Santo que les ha provisto para imitación de los demás hermanos.
El apóstol Pedro concluye que el Príncipe de los pastores en su segunda venida, ha prometido a aquellos siervos ancianos y pastores que han servido en el evangelio por haber cuidado las ovejas del Señor que recibirán recompensa de la corona incorruptible de gloria.
Los ancianos deben traer paz y humildad a los hermanos, al fomentar la esperanza de la venida de Jesucristo y animarlos a no desesperarse de todas las cosas que suceden en el mundo alentándoles en todo momento a vivir el evangelio de la fe y del amor entre los hermanos. Los maestros en la palabra del Señor Jesucristo en la grey deben sujetarse a los ancianos, al igual los evangelistas y los apóstoles, los profetas deberán establecer una comunión espiritual con los ancianos y pastores. Amén.




Comentarios