Editorial 95

La gracia y paz del Señor Jesucristo en vuestro espíritu

LOS DOS RELOJES

En los tiempos que rigen a la humanidad Dios los ha ordenado para que los conozcamos y podamos vivir en la paz con el otorgamiento de su sabiduría a través de dos relojes que señalan el camino y el andar de su existencia. Los dos tienen el mismo inicio en génesis, es la hora que corre el tiempo y con ello comienza la vida humana en este mundo.

Los dos son afines y con lecciones iguales, su destino se habrá separado con el transcurso de su identidad espiritual, pero seguirá al Señor Supremo de toda la creación que existe; el primero seguirá su curso con su libertador Moisés es el pueblo judío quien con la ley y los profetas se edifican en el conocimiento de Dios, la historia es tremenda y en el transcurso de su historia su destino es inevitable y se vuelve de su Creador y de las enseñanzas de su libertador.

El segundo es la iglesia, su libertador es Jesucristo, la enseñanza cambia y el Dios Todopoderoso en amor a su creación humana se brinda como su Padre un tiempo hermoso para demostrar que es un Dios bueno y lleno de amor, los dos relojes tienen el destino final de existencia, es una forma de revelación espiritual, los judíos tienen sus sinagogas hechas de piedra para conocer el advenimiento del tiempo final a través de sus profetas, la iglesia tiene a los templos del Espíritu Santo quien nos conducen a Jesucristo y nos guía a través de su revelación e interpretación del Apocalipsis el final de la existencia.

Aunque la hora y el día nadie la sabe, los tiempos si están marcados en la biblia, señalados por el Espíritu, ajustados en las diferentes cartas epistolares. El tiempo de la segunda venida del Señor Jesucristo no tarda; Laodicea está en su esplendor; al igual que el pueblo judío en estos tiempos, la iglesia irá rechazando al Señor Jesucristo en sus congregaciones para seguir la desobediencia del pueblo judío que lo caracterizó, solo quedarán remanentes para testimoniar de que Jesucristo viene y serán arrebatados en su venida.

El pueblo judío se gozará con el Bendito que viene en el nombre del Señor y la humanidad se volverá contra su Dios engañada por el anticristo, el falso profeta y la bestia.

La promesa de nuestro Señor Jesucristo es que vendrá hasta que se cumpla el número de los redimidos, todo está hecho y ha sido profetizado por el gran amor y misericordia que tiene por su iglesia y por el clamor de su pueblo judío, los dos convergerán hacia su libertador Jesucristo.

La iglesia el cuerpo expresivo de Jesucristo espera este suceso será la boda esperada con su Señor, es la culminación de su amor, esperanza y fe. El reloj otorgado a la iglesia se encamina al cambio de la hora: que el Señor Jesucristo viene pronto e inicia con la hora que el Señor Jesucristo está en la puerta, son los últimos avisos de su eminente venida, la profecía está por cumplirse y la iglesia está lista para erguirse en este mundo de su próxima redención. Amén.