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Los once discípulos del Señor Jesús

  • Foto del escritor: Cuerpo Editorial
    Cuerpo Editorial
  • 9 abr 2016
  • 6 Min. de lectura

Vamos a transcribir literalmente los siguientes versículos que están escritos en Mateo 28:16-20: 16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén


De los anteriores versículos escritos en Mateo capítulo 28 del 16 al 20, constituyen los versículos más mal interpretados por tratar de hacerlo en la carne y no por la guianza del Espíritu Santo. Es muy importante saber leer el nuevo pacto, porque aun cuando es muy explícito, en algunas ocasiones por seguir malas interpretaciones de predicadores, que sin atender la más mínima regla gramatical o por tratar de ajustar la biblia a sus conceptos, tuercen el verdadero significado del mensaje y a quien va dirigido.


Algunos teólogos actuales han proclamado que estos versículos son un agregado por los copistas de siglos posteriores a los evangelios y que cambian el orden espiritual de los evangelios, no hay cosa más absurda que se puede decir y desde luego no procede del Espíritu Santo, sino a su humanidad engañada por el enemigo de Dios para hacer aparecer complicada la lectura del nuevo pacto. A esto es a lo que nos referimos de la importancia de leer en orden la escritura y descansar en la fe en el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo que inspiró a los hombres siervos de Dios a que escribieran estas cosas, ese mismo Espíritu es el que te interpreta lo que él mismo inspiró.


El Señor Jesús había ordenado que se fueran a Galilea los once discípulos, aquí no entramos nosotros los siervos de estas generaciones en este apartado, es muy clara la escritura, por cuanto dice los once discípulos, o sea los que anduvieron con Jesús, con excepción de Judas Iscariote. En muchos temas de este blog, diferentes hermanos han abordado lo importante de saber a quién va a dirigido el mensaje. Forma parte del nuevo pacto pero el mensaje tiene un destinatario que no precisamente somos nosotros.

Por ejemplo si la escritura dice: ¡ay de vosotros escribas y fariseos! , no podemos sentirnos aludidos con ese mensaje, porque nosotros no somos fariseos y escribas, esta palabra tiene su alcance hasta ahora para referirse a los religiosos de nuestro tiempo. Así que volviendo a nuestro tema, esta palabra es exclusivamente a los once discípulos, en el cual nosotros no estamos incluidos en estos ordenamientos, tenemos que esperar la venida del Consolador para indicarnos nuestra labor y lo que pretende específicamente el Señor como miembros de un cuerpo y de una iglesia.


El versículo 17 relata que los discípulos le adoraron pero algunos dudaban, el no estar provistos del Espíritu Santo trae estas cosas, la escritura nos dice que no debemos contristar al Espíritu en nuestro cuerpo, porque seremos presa del mundo, de nuestra carne y del enemigo de Dios.


Los versículos 18 y 20 de este apartado de Mateo lo veremos en el siguiente tema. Por ahora terminaremos con el versículo 19.


El versículo 19 es un verdadero parámetro para saber quién está en el Espíritu con el Señor y quién es el que todavía anda en su propia interpretación o no ha entendido la función del Espíritu Santo.


Se escribió en los párrafos iniciales que esta palabra obedece a los once discípulos, concluyendo que nosotros no formamos parte de este selecto grupo de los once discípulos del Señor Jesús y que por lo tanto lo que el Señor les ordena, no va dirigido a nosotros sino solamente a los once discípulos.


En muchas ocasiones hemos oído de parte de muchos disertadores, mensajes en el cual mencionan este versículo para animar y ordenar inclusive que difunda el evangelio, como una obligación para participar de la obediencia a Dios. No hay cosa más errónea el tratar de utilizar este versículo para fundamentar esta labor tan especializada que requiere un poder y fruto del Espíritu Santo, amén de ejercer un ministerio otorgado por el mismo Señor Jesucristo o por profecía en la iglesia de parte del presbiterio.


Esta labor de difundir el evangelio procede exclusivamente de los evangelistas y de los apóstoles del Señor Jesucristo, no puede ser dada a la grey, porque requiere un tiempo y una enseñanza que procede del Espíritu Santo, no puede ser un neófito (nuevo conocimiento) o un creyente que no cuente con la habilidad espiritual que le proporciona el Espíritu Santo. Les pedimos que lean los blogs anteriores de (características del evangelista y el ministerio de evangelista) lo que procede en algunos casos y no siempre, es participar a los que están a nuestro alrededor del gozo de la salvación, teniendo mucho cuidado a quién lo participamos y ser discretos y practicar la secrecía de nuestra conversión o nacimiento en Cristo para no hacer caer a los que nos escuchan.


Lo importante es que tu confesión sea ante dos hermanos probados en la fe del Señor Jesucristo, ante un evangelista del Señor Jesús para testimonio de la iglesia, también puede suceder en un acto solitario poniendo tu fe en que el Señor ha oído tu declaración.


Los once discípulos habían que esperar la unción del Espíritu Santo para recorrer todas las naciones existentes de ese tiempo, para llevar el nombre de Jesucristo, solo, y el punto más controvertido por muchos torcedores de la palabra del Señor Jesucristo consiste en estas palabras que el Señor Jesucristo vertió sobre el bautismo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Algunas religiones, así como denominaciones, tomaron este versículo para realizar este bautismo, debemos de reconocer que es bíblico, está en el nuevo pacto y lo dijo el Señor Jesucristo, hasta aquí todo parece concordar, con excepción de que todavía faltaba ascender y sentarse a la diestra del Padre y enviar el Consolador.


Estos tres sucesos por acontecer dieron un nuevo giro a este mandato por el cual no se registra en el nuevo pacto un solo bautismo en el nombre el Padre del Hijo y del Espíritu Santo por parte de los apóstoles: primeramente porque durante los días que Jesucristo estuvo con los discípulos, no hicieron más que acompañarlo y oír sus últimas palabras, en la partida del Señor Jesucristo los apóstoles esperaron la venida del Espíritu Santo, nadie se movió de ese lugar, mucho menos se dedicaron a predicar o a bautizar, su mandamiento fue mantenerse unidos y esperar la venida del Espíritu Santo, Jesucristo había prometido que el Consolador iba a venir como lo dice en Juan 14:16-17 y 26 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 26 Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.


Mientras tanto el Padre y el Hijo procuraban dar instrucciones al Espíritu Santo para instituirlo en la iglesia de Jesucristo que se iba a establecer en toda la tierra, una vez acordado las nuevas reglas, se envió el Espíritu Santo en forma de lenguas a los discípulos que aguardaban la promesa de la venida del consolador, una vez que sucedió esto el apóstol Pedro habló con denuedo e instruyó en su mensaje el bautismo del Señor Jesucristo como está escrito en Hechos 2:38-39 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.


Como pueden ver en el inicio del ministerio de los apóstoles inicia con el bautismo en el nombre del Señor Jesucristo. Otra situación importante qué mencionar: es en la aseveración que dice que la promesa es para los hijos también y ahí, si nos incluimos los hombres de todos los tiempos futuros a esa declaración. Les recomiendo ver blog anterior (El bautismo del Señor Jesucristo) en los tres acontecimientos que sucedieron después de las palabras del Señor Jesucristo de bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Fueron abrogadas por el nuevo mensaje de integración a la iglesia.


Quienes sigan bautizándolos en los tres nombres, están en ignorancia y en desobediencia, apartándose de la voluntad del Padre, porque en el nombre de Jesucristo es su voluntad y lo exaltó sobre todas las cosas existentes por su sacrificio en la cruz.


Del capítulo final de Mateo al capítulo 1 de Hechos de los apóstoles hay una espera de cuarenta días aproximadamente que hace imposible haber obedecido la instrucción del Señor Jesús, en el capítulo uno y dos de Hechos de los apóstoles está clara la obediencia de esperar la venida del Espíritu Santo y que su mensaje era bautizar en el nombre de Jesucristo, en toda la lectura del nuevo pacto no se reconoce el bautismo en los tres nombres para los creyentes en Jesucristo. Lo que está escrito es: el bautismo de Juan, el bautismo del Espíritu Santo y el bautismo en el nombre de Jesucristo. Amén.



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