La paz del Señor Jesucristo en vuestro espíritu (mensaje para los que creen que Jesucristo es el Hijo de Dios)
Nacer de nuevo es una cuestión relevante que un miembro del clero judío tuvo ante las enseñanzas del Señor Jesucristo, y no tan sólo lo dijo; sino que lo acompañó con el siguiente enunciado. ¿Acaso me introduciré de nuevo en el vientre de mi madre? “Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios”. Hasta ahora en la mente de muchos creyentes sigue persistiendo esta cuestión y no hay cambios en su entender.
Todos sabemos que los seres humanos experimentamos en el proceso de la creación biológica: un nacimiento físico proveniente de una mujer (madre) es un nacimiento natural producto de una reproducción natural del hombre establecido por Dios. Así es como nos introducimos a este mundo y rápidamente tenemos conciencia de nosotros, la familia, el vecindario, la escuela, la religión, la sociedad y todo lo demás que conlleva a estar en armonía con lo existente de este sistema de convivencia.
Todo cambia cuando el Señor Jesús es presentado en tu vida como el Hijo de Dios y crees en esta palabra. Ha sido depositada en tu mente y corazón por el espíritu, la verdad maravillosa que un hombre pueda conocer se ha acercado a tu ser. Y este conocimiento máximo de gloria puede ser mostrado en innumerables circunstancias en la vida del hombre; puede ser por el oído, leído, visto, revelado, atestiguado, sentido, en fin existen muchas maneras que te puedes allegar a este conocimiento que te da luz en el interior de tu vida y para mirar lo que esta fuera, el nacimiento de nuevo está en etapa de inicio y has pasado de muerte a vida, de tinieblas a luz, de condenados a salvación, de derrota a victoria, de castigo eterno a gloria eterna.
Eso es lo que le explicaba Señor Jesús a Nicodemo, que estaba debajo de una higuera (cobertura religiosa judía) ver el blog 5 (La higuera y la vid), la nueva enseñanza de parte del único y sabio Dios era dar a conocer el nombre de su Hijo, su propósito eterno de salvación y la nueva relación con nosotros los pueblos gentiles ser sus hijos y el convertirse en nuestro Padre porque somos engendrados por él en un acto sin precedentes de amor y misericordia para con toda la humanidad.
El acto de fe que te hace transformarte de criatura a ser de los hijos de Dios depende de creer en tu corazón y mente y proclamarlo con tu boca que Jesucristo es el Hijo de Dios. Hoy tienes la oportunidad de nacer de nuevo. De seguir al Maestro, al Salvador, al Señor, al Hijo de Dios. Amén.