Editorial 135
- Cuerpo Editorial
- 5 nov 2016
- 3 Min. de lectura

La paz del Señor Jesucristo en vuestro espíritu
La misión de la iglesia de Jesucristo establecida en la tierra no es conquistar el mundo, eso lo hacen las religiones imponiendo violencia y odio a sus futuros feligreses, nuestra misión es dar testimonio de la vida de Jesucristo en nuestras vidas, de ver al mundo como una oportunidad para expresar la bondad de Dios de otorgarnos una vida plena de esperanza en la eternidad.
La iglesia tiene como deber obedecer los mandamientos del Señor Jesucristo, de aplicar sus lecciones, de vivir el ejemplo de los primeros hermanos, de reunirse en torno al Señor Jesús, de anhelar la vida eterna, de interceder por los que nos rodean, de buscar el dominio de sí mismo en completa renunciación, de ejercer el poder espiritual en quien lo necesite, de tener esperanza en cada una de las promesa escritas en el nuevo pacto, de amar y ser amada por el Señor Jesús, de expresar en la localidad la fe en el Señor Jesucristo y de ser luz por la manifestación del Espíritu Santo en nuestra vidas.
La iglesia tiene el poder de ejercer los ministerios otorgados por el Señor Jesucristo a través del Espíritu Santo por la imposición de manos de los miembros del presbiterio. La iglesia envía evangelistas a predicar el nombre de Jesucristo a toda ciudad, la iglesia envía apóstoles para fundar nuevas congregaciones de santos para congregarse en el nombre de Jesucristo, la iglesia escucha la profecía traída por los profetas, la iglesia pone a los pastores para que conduzcan conforme al evangelio del Señor Jesucristo el funcionamiento de la iglesia a través del apacentamiento de los hermanos, la iglesia reconoce a los maestros que dedican su ministerio a enseñar sin leuda las enseñanzas de Jesucristo.
La iglesia tiene que alejarse de toda contaminación carnal o mundana que no corresponde a la vida espiritual que le fue ordenada, debe estar atenta de los sucesos del mundo sin inmiscuirse y exhortar a los miembros a no tener injerencia con los de fuera.
La iglesia tiene como cabeza al Señor Jesucristo y su pensamiento, visión, oído, gusto y olfato es el orden a seguir y actúa como el cuerpo de Cristo. La iglesia es el modelo a seguir de un cuerpo bien alimentado en la palabra del Señor Jesucristo, de un cuerpo ejercitado en las acciones que produzca el fruto del Espíritu Santo, de un cuerpo estructurado que mantenga su fortaleza de los embates de los vientos contrarios. La iglesia tiene como fundamento la declaración que Jesucristo es el Hijo de Dios.
La iglesia tiene como cimiento a Jesucristo, como columnas y baluartes de la verdad a todos los que profesen la fe en el Señor Jesucristo. La iglesia tiene como puerta a Jesucristo, como piedras vivas a todos los que confiesen su nombre. La iglesia tiene como piedra angular a Jesucristo, como oidores y hacedores a los que siguen con ejemplo la vida de su Salvador, la iglesia tiene como roca de salvación a Jesucristo, como hijos de Dios por la fe en Jesucristo.
La iglesia es de índole espiritual, la iglesia no es un templo hecho por manos de hombres, que serán derribados y no quedará piedra sobre piedra, sólo quedará la iglesia: la novia de Jesucristo esperando a su amado Señor Jesucristo para celebrar las bodas del Cordero. Amén.
Comments