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Hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros

  • Foto del escritor: Cuerpo Editorial
    Cuerpo Editorial
  • 6 nov 2016
  • 4 Min. de lectura

El título del tema es declarado por el Señor Jesús y hace referencia al pueblo judío y la iglesia. El pueblo judío fue el primer pueblo escogido por Dios para mantener vivo el estandarte divino sobre un mundo dominado por satanás, aunque este pueblo se desvió por no poner la vista y la fe en su Creador.


Las diferentes manifestaciones y acontecimientos que siguieron al pueblo judío en su trayecto como nación eran para jamás salirse de los estatutos de su Dios. Puestos como testimonio ante el mundo ellos en su existencia se fueron apartando de su palabra siguiendo al enemigo de Dios. Desconociendo a los enviados de Dios (profetas), desobedeciendo y cambiando el sentido de la ley y desobligándose de la alabanza permanente consignada en los salmos y no adaptándose a las lecciones valiosas de los proverbios e ignorando la historia de sus padres.


Ellos son los que el Señor Jesús se refiere como los primeros y posteriormente que serán postreros. Sólo remanentes dejó el Padre para testimonio de su gloria y poder, el pueblo judío continua con vida porque el Señor así lo ha permitido, nadie lo podrá destruir porque lo que Él elige, no hay poder para que alguien se lo arrebate. El pueblo judío constituye una lección: cuan amor tiene el Padre para sus elegidos a pesar de su rebeldía, necedad, y desobediencia. Pagaron un alto precio por haber matado a su Hijo y aun así cumple el pacto de protegerlos hasta que exclamen “bendito el que viene en el nombre del Señor”.


La iglesia de Jesucristo establecida en toda la tierra son los que siguen con el testimonio reconociendo a Jesucristo como el Hijo de Dios, que vino a salvarnos para vida eterna, en gozo y gloria somos los postreros que ahora pasamos a ser los primeros al exclamar el Señor Jesús “cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos”.


29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.


El Señor Jesús profetizaba el futuro destino que le deparaba a su pueblo y como iba ser tomado por gente de todas las naciones pero amigo lector, tú tienes la oportunidad de convertirte en parte de la iglesia: deja tu religión que no es más que una expresión humana de organizarse para no estar en la vida espiritual de nuestro Salvador y Maestro.


Estas profetizado que tú eres un miembro del cuerpo de Cristo si sales de tu religión, de tu ateísmo y de tu ignorancia. Forma parte del cuerpo indestructible del cuerpo de Jesucristo en el cuál nadie nos arrebatará de su mano.


¿Y cuál es el inicio de tan importante conclusión?


Alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo en Lucas 13:24-28:

24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. 26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. 27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. 28 Allí será el llanto y el crujir de dientes.


Ya no era la pesada ley la que había que cargar para ser salvo, ahora solo era creer en el Hijo de Dios y sus buenas nuevas que tenía el Señor Jesús para su pueblo y al verse rechazado se abría todas las naciones del mundo. Ahora es una puerta angosta de conocimiento y un determinado lugar. La puerta angosta por donde solo los elegidos podrán entrar. Y la puerta es angosta porque es solo Jesucristo la entrada al conocimiento de la verdad, de Dios y de la vida eterna. Y es angosta porque muchos han engordado de tanta leuda y mentira y conocimientos humanos y diabólicos por tanto tiempo que, si realmente quieren entrar, deberán despojarse de todo eso.


Finalmente, que burda mentira un sistema religioso ha inventado y pervertido que hay un portero que se encarga de seleccionar quién entra y quién no. Jesucristo lo habría enseñado y el Espíritu Santo lo hubiera registrado en el nuevo pacto, otra mentira más que demuestra que satanás engaña a los hombres a través de religiones para mantenerlos cautivos, le pasó al clero judío con el pueblo y ahora le pasa al clero religioso con los demás pueblos de todas las naciones.

Salid pueblo del Señor Jesús de la religión. Amén.


Transcripción del pasaje bíblico del capítulo de Lucas 13:22-30


22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. 23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. 26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. 27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. 28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. 29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 30 Y he aquí, Hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.

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