Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
- Cuerpo Editorial
- 25 mar 2017
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Se transcribirá íntegramente este pasaje bíblico de Juan 7:10-24:
10 Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. 11 Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél? 12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo. 13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. 14 Más a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. 15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? 16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. 17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. 18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia. 19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme? 20 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte? 21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis. 22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres; y en el día de reposo circuncidáis al hombre. 23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre? 24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
El relato bíblico ofrece grandes momentos espirituales de enseñanza a los que procuran conocer la verdad.
En principio causaba conmocion entre la multitud pues preguntaban: ¿Dónde está aquél? Causaba división: mientras unos estaban a favor de su doctrina otros lo declaraban engañador del pueblo. La multitud se guardaba de hablar de él por miedo a los judíos.
Jesús enseñaba abiertamente a la mitad de la fiesta y se maravillaba los judíos.
Y se preguntaban: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?
Y Jesucristo Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquél que me envió.
17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
Tenemos qué hacer un paréntesis largo (Jesús salió de Dios, ha estado con Dios desde la fundación del mundo, esto es en un reino espiritual y no puedes discernirlo con los ojos y tu mente. Luego Jesús es enviado por Dios y trae la sabiduría de Dios, el plan divino de conversión a los hombres de futuras generaciones. Tal vez los judíos olvidaron a Dios y se dedicaron a su religión. Esto mismo sucede actualmente, se han olvidado de Jesucristo y se han vuelto religiosos).
Ahora bien los judíos conocían la escritura y los confrontaba de que al leer la escritura ellos se darían cuenta que él era el Cristo.
El versículo 18 constituye una prueba de fuego para los que siguen la Verdad en el Verdadero, no hay otro elemento que desvíe esta aseveración: El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
El único predicado es Jesucristo y actualmente el mundo está lleno de predicadores de sí mismos, por eso se mueven en inmundicias y en injusticias. Pablo y los primeros apóstoles predicaron a Jesucristo no a ellos mismos. Hoy en día es horrendo ver cómo se promocionan “apóstoles”, “evangelistas”, “profetas”, “pastores”, “pastoras”, “ministerios de alabanzas” y se publicitan. Los auténticos llegaban en paz y predicaban el propósito de Jesús en la vida del nuevo evangelio sin afán de ser ellos conocidos.
Hablar del antiguo testamento en la iglesia es enseñar una palabra fuera de su tiempo, salvo que sea para reafirmar lo que el Señor Jesucristo les decía a los judíos: “lean las escrituras porque ellas hablan de mí”. Y no tratar de imponer el antiguo con el nuevo. Son pro-judaicos y han caído a lo más bajo de espiritualidad. ¡Fuera a los promovedores de la ley de las congregaciones!
Para los que andan de anti cristos en el evangelio de condenación y de terror, de anunciar el infierno y otros castigos más a los que en la debilidad de la carne fallan en perfeccionar su cuerpo por hacerlo en sus propias fuerzas y no andar en el Espíritu, lean lo que dice el Señor Jesús a los judíos: “¿No os dio Moisés la ley y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?”
Si los mismos judíos a quienes les fue impuesta la ley no la cumplieron, menos podrían los pueblos y naciones gentiles y paganas de muchos siglos ajenos por completo a Dios en aquel entonces. Habría qué venir la buena nueva Jesucristo, el Hijo de Dios y la promesa del envío de su Espíritu a morar en nosotros. Ellos tenían el amor de prójimo y sin embargo querían matar a Jesús.
2 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?
¡Ese es el pueblo de Dios: el que no escuchó al enviado de Dios y para su pecado de condenación le dijeron -demonio tiene- acusándolo mentiroso! Para los abogados del pueblo judío: esto los hizo reos de muerte y los condenó. Ya no hay defensa para ellos pues su sentencia se hizo efectiva cuarenta años más tarde.
El Señor tenía qué evidenciar el mal que hace la religión de los que dicen buscar a Dios.
21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.
22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre.
23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?
24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
El calificativo de hipócrita que les hizo a fariseos volvería a ser aplicado. Porque por sanar a un enfermo no sintieron alegría, sino odio por haber “cometido un pecado” al hacerlo en un sábado, así son los religiosos: se asustan de todo y procuran no hacer bien y no descansarán hasta quitarte la vida.
Finalmente pone a los judíos en una sana erudicción al recordarles que su padre terrenal no era judío, había salido de la tierra de los caldeos, ¿por qué tanto orgullo si Abraham no tuvo ley y vivió por fe, como la iglesia?
La justicia de Jesucristo es: No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio. Juzga conforme Jesucristo y deja de predicar la ley y predica la salvación por fe. Amén.
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