top of page

El pueblo creció y se multiplicó en Egipto

  • Foto del escritor: Cuerpo Editorial
    Cuerpo Editorial
  • 9 sept 2017
  • 4 Min. de lectura

La anterior frase se puede leer en el versículo 17 del capítulo siete de los Hechos de los apóstoles. El pueblo que se refiere es a la gran multitud de personas que venían de las doce tribus de Israel, o sea, los hijos de Jacob. Los judíos cumplían asÍ la voluntad de Dios de que todos los siervos a partir de Abraham tenían que tener un roce o salir de Egipto (el mundo).


Los judíos se impregnaron del mundo y pusieron los ojos en los distractores que ofrecía el mundo, aunque el fin de Dios era que los judíos aprendiesen de todos los oficios de los egipcios para que pudieran sostenerse. El pueblo de Israel era nómada y y era un pueblo de pastores y agricultores, no tenían oficios debido al apacentamiento en que los tenia Dios. Llegó el momento de que fueran a Egipto y de ahí, el pueblo adquiriese el conocimiento de las artes, de forjar metales, nuevos sistemas de cultivo y otras más actividades que desconocían. Pero el enemigo de Dios los impregnó a ver la religión egipcia (idolatría, jerarquía en sus clases sacerdotales, templos etc.), y a despertarles la avaricia, la codicia, la desobediencia a Dios entre otras contaminaciones.


Los judíos siempre se excusaban ante el Señor Jesucristo que ellos seguían a Moisés, mas el Señor les hizo ver su hipocresía y mentira al mencionar sus padres perseguían y mataban a los profetas enviados por su Dios. De acuerdo con esta visión de Esteban a través del Espíritu Santo ¿en cuántas ocasiones los contemporáneos de Moisés no lo obedecían, sino al contrario lo hicieron huir del pueblo judío? Capítulo siete del libro de Hechos de los apóstoles:


22 Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras. 27 Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio? 29 Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos. 39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto, 40 cuando dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 41 Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se regocijaron. 42 Y Dios se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años, casa de Israel? 43 Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia


El título de este tema es un reconocimiento en el cual muestra el poder de Dios en su prodigio de hacer crecer y multiplicar a su pueblo y que Él nos llama de Egipto siguiendo el ejemplo de su Hijo Jesús quien estuvo también en Egipto y cuando el rey había muerto volvió a los suyos.


Los hijos de Dios debemos de ser sabios en la salvación y de ser astutos como la serpiente en estar firmes en la tierra para agenciarnos del pan de cada día. Debemos de tener un oficio, profesión, ejercitando un trabajo secular, comercio, industria o cualquier otro negocio pero sin poner nuestros ojos en las cosas que persigue el mundo: riquezas, reconocimientos, seguidores, fama y otras desviaciones en las cuales el enemigo de Dios busca que te ocupes para no estar en la obediencia de la palabra de Dios. (Ver parábola del sembrador en anterior blog).


Para los creyentes en Jesucristo es necesario trabajar secularmente. El Espíritu Santo nos ha dado la revelación que solo los apóstoles y evangelistas del Señor Jesucristo, por su labor de ir en ciudad en ciudad, son los que deben ser ayudados económicamente en su ministerio. Todos los demás ministerios tienen que trabajar en acorde de sus habilidades, destrezas, conocimientos, etc.


Los judíos se opusieron a recibir al Hijo de Dios, al Señor Jesucristo y se oponían al escucharlo porque ellos seguían a Moisés. Es curioso, que al leer el capítulo 7 de Hechos de los apóstoles, el Espíritu demuestra cómo el pueblo judío se había contaminado y prefería las cosas del mundo antes que su Hacedor, cuando Dios los escoge como pueblo desde ese momento. El enemigo, como siempre, trabajó para que vivieran en desobediencia. Según el estudio de un apreciado hermano sobre los cuatro evangelios destaca que un tercio de su contenido habla de la rebeldía y del pueblo judío por atender la doctrina del Señor Jesucristo y esto lo revela el Espíritu Santo.


Así que ¿Qué es la enseñanza de todo esto? Que la característica del pueblo de Israel es: REBELDÍA contra su Dios y contra su Mesías. Así dejemos de copiar ese pecaminoso aspecto y mejor dejemos que el Espíritu nos guíe en sabiduría espiritual y atender los asuntos espirituales sin dejar de hacer nuestra parte debajo del sol secularmente. Amén.




Kommentare


Si tiene alguna duda, sugerencia o comentario, no dude en ponerse en contacto con nosotros al siguiente correo: lasanadoctrina2014@gmail.com

 2024 Buenas Nuevas, Mty. Mx.

bottom of page