Y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

Voy a transcribir el versículo al cual hace alusión al nombre dado a los seguidores de Jesucristo y el cual relata el Espíritu Santo en libro de los Hechos de los apóstoles en su capitulo 11.

25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. 26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía. 27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. 28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. 29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; 30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

A los seguidores de Jesucristo se les denomina en Antioquía “cristianos” que es un nombre creado por el mundo, ese constituye el nombre dado por el mundo a quien profese la fe en Jesucristo. Por consiguiente: católico, apostólico, bautista, metodista, evangelista, etc., autonombrándose así dichas organizaciones, saliéndose del texto bíblico al ir en pos de sí mismos, en lugar de ir en pos de Jesucristo.

Y ¿qué dice la palabra del Señor Jesucristo y de las cartas epistolares?

El título más significativo es el de ovejas. El Señor Jesús se recrea con el título de Buen Pastor y ve a los creyentes como ovejas. Un gran nombre: sencillo y de fácil comprensión, que estoy seguro lo podremos decir en las congregaciones pero no en el público mundano.

En las epístolas, en la carta a los Gálatas 3:26-27 se escribe:

26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

Esto nos dice que al haber creído en Jesucristo, nos hace hijos de Dios por la fe en Jesucristo; este nombre lo describe el Espíritu Santo. Quizá es el título más honroso, prestigioso que se nos pueda denominar. ¿No lo cree amigo lector? ¿Usted qué prefiere: el decir -soy cristano-, soy -oveja del Señor Jesucristo- o simplemente -soy de los hijos de Dios por la fe en Jesucristo-? Yo me quedo con éste último y usted amigo lector ¿qué le acomoda más? Amén.