Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en
- Cuerpo Editorial
- 31 mar 2018
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El capítulo 8 de Romanos es un renuevo de esperanza en las promesas del Padre por su espíritu. Y lo confirma desde el primer versículo de este capítulo al establecer que la condenación no es para los que creen en Jesucristo. ¿Qué clase de salvación es la que no se sabe a dónde va? O ¿Sí está en juego la salvación por la conducta humana? Al referirse a los que andan conforme a la carne es a los que no han creído en la salvación por Jesucristo y andan en sus places, pasiones y gustos y no conforme al Espíritu al cuidado de la fe y no de andar pecando. Si tú estás en la fe ya no pecas y si pecas tienes abogado para con el Padre; pero quien ande conforme a su carne sin creer en las cosas del Espíritu la condenación está sobre esa persona.
Creer en el Señor Jesucristo te hace acreedor de la salvación y a la vida eterna. Escribía Pablo que para que fuera válido el testamento tenía que morir el testador, y el Señor murió por nuestros pecados, resucitó y está a la derecha del Padre. Todo esto por obediencia al Padre y entonces el antiguo testamento queda sin vigencia para los oidores y hacedores de la voluntad de Dios, así que la carta a los Romanos hay que leerla en el Espíritu, por lo esencial que constituye para el hombre el conocimiento de la ley de la muerte y el pecado que mora en la carne. Sigue explicando en el versículo:
3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
Este versículo constituye la alegría del creyente en su Salvador. Jesucristo después de su muerte estuvo tres días en el reino de los muertos. Esa fue la señal que les dijo a los judíos de sus generaciones, que iban a recibir de su misión como la señal de Jonás, que estuvo tres días en el seno del gran pez. Hasta el día de hoy, veinte siglos después no entienden y no quieren creer: eso es andar en la carne y no en las cosas del Espíritu.
En ningún momento, en la lectura de los versículos del cuatro al catorce (que transcribimos para su gozo) nos habla de que la carne son los que se conocen como pecados, sino que la carne aspira en todo momento y lugar a andar en constante deshonestidad delante de Dios, a estar alejada de Dios como aquellos que no conocen a Jesucristo. En eso se han perdido los líderes religiosos, en pretender encerrar la voluntad de Dios en un manual de comportamiento religioso-ético-moral y no en vivir la espiritualidad que nos demanda al tener el Espíritu Santo. Leamos dichos versículos, a fin de que entendamos de una vez por todas, la palabra del Señor Jesús.
4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Cuando se anda sin el Señor Jesús se anda sin el Padre y sin el Espíritu Santo. Una vez recibido el Espíritu Santo por creer en Jesucristo viviremos en el Espíritu. Las denominaciones, al igual que las religiones no producen esta vida y la menguan a través de sus mandamientos humanos y les vuelve a la ley de la muerte y el pecado.
5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
En los hijos de Dios tenemos el Espíritu y hacemos las cosas del Espíritu, esto es: vivir en fe, esperanza y andar en amor con toda paz, benignidad, mansedumbre, fortaleza, humildad y demás frutos del Espíritu Santo. Y como vivimos en la carne se manifestará la ley de la muerte y el pecado, sin embargo al tener a Cristo en nuestras vidas recordamos en nuestra mente que Jesucristo ya pagó por nuestros pecados y su sangre derramada en su muerte nos lava de toda inmundicia. Además al resucitar, nos hace participar en su resurrección y como Obispo de nuestras almas, Pastor, Cabeza de la iglesia, Salvador, Maestro y Señor no va a dejar que vivamos en la carne sus hijos sino que nos va a llevar de victoria en victoria en este mundo. Ahora leamos los siguientes siete versículos que confirman lo anterior:
6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
Los siguientes versículos dan un pretexto a los religiosos para engañar y mal interpretar la palabra.
La palabra que hemos leído en Hechos de los apóstoles es la siguiente: cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, esto quiere decir que no está condicionada la salvación sino que al creer eres salvo. En otra interpretación has pasado de muerte a vida.
En el siguiente versículo los torcedores de la escritura tratan de confundir la pérdida de la salvación con la muerte espiritual y eso es un error de gran magnitud en la vida de los creyentes, sino que dice:
13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
El creyente en Jesucristo que anda conforme a la carne adulterando, peleándose con hermanos y demás mandamientos de Jesucristo expone gravemente su vida espiritual porque no vive la vida del Señor y si no se renuncia, así vaya a todos los domingos a congregarse, diezme y se comporte hipócritamente con los demás miembros de la congregación. Eso es andar en la carne. Y la sanción es morir espiritualmente, no andaría en el poder del Espíritu Santo, recibiría disciplina del Señor y ciertamente su vida espiritual está muerta, pero no te dice la escritura que no es salvo o que ha perdido la vida eterna, sino que la palabra en Romanos reconviene a los tales que se afiancen en el conocimiento de Jesucristo y dejen toda religiosidad y basura de denominaciones que les impide vivir en una forma libre en el Señor Jesús.
Y para terminar este tema que constituye un importante tema que todo creyente debe creer se escribe este versículo: 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Si tenemos el conocimiento de que Dios es nuestro Padre por medio de Jesucristo, debemos de seguir la palabra de Dios, esta palabra se encuentra en el nuevo testamento, esta palabra viene de nuestro maestro el Señor Jesucristo, esta palabra es inspirada por el Espíritu Santo, y por consiguiente: somos hijos de Dios y Él nos lleva a Jesucristo y Jesucristo ha prometido que lo que haya sido enviado por el Padre, no va a perder a ninguno. ¿Por qué crees en que se pierde la salvación? ¿Por qué crees que las debilidades y pecados que puedas cometer en tu vida te llevan a perder la salvación y la vida eterna? ¿Por qué vives con ese temor si él nos ha dado vida en abundancia?
Vuélvete al gozo de la salvación y deja a esos falsos obreros y maestros que pierdan su salvación por no creer, es lo que merecen. Por el dicho de su boca se condenarán. Amén.
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