Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es e

Hay una frase que los religiosos del mundo dicen con mucha frecuencia: “nada es para mal todo es para bien” y el versículo 28 de Romanos establece: 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Es una gran diferencia el conocimiento que tiene el vulgo a los que leen la palabra. Cualquier suceso, hecho o acontecimiento que suceda en la vida de los hijos de Dios es para nuestro bien. Porque lo amamos al haber creído en su Hijo Jesucristo.

En los siguientes dos versículos habla de la predestinación a la que fuimos llamados desde antes de la fundación del mundo, para que fuésemos conforme a la imagen de su Hijo; esto es, que el Espíritu Santo nos va a llevar a vivir el evangelio y palabra de Jesucristo y si en nosotros aparecen pecados, debilidades o flaquezas él las pagó con su vida, con su sangre y nos da de su Espíritu para que sigamos en el camino y nos va a llevar al camino que el recorrió en su primera venida. Como está escrito: Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

Esta pregunta es directa a todos los falsos y mentirosos que dicen que se pierde la salvación refiriéndose a la voluntad de Dios que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Y continua escribiendo: 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Si el apóstol por el Espíritu describe en ese orden los elementos que no pueden separarnos del amor de Dios es porque son las excusas, terrores y traumas que los contumaces y necios tienen.

A) Unos tienen miedo a morir y dedican su vida a adorar los placeres bajo el lema “solo se vive una vez”

B) Otros en tener vida infinita en este mundo buscan remedio el elíxir de la vida

C) Algunas más sectas o religiones basadas en mensajes de supuestos ángeles

D) Estos que creen en entes invisibles como espíritus, duendes, demonios, etc.,

E) Esos que cimentan su fe las buenas acciones de su actuar diario como modo ser “buenos”

F) Algunos más en el futuro (como el fin del mundo, la globalización, los últimos días, etc) ven su esperanza de vida,

G) Otros sueñan que con cruzar la frontera de los límites de la habitación del hombre es su salvación como yendo al espacio sideral,

H) Aquellos yendo a conocer los misterios del centro del planeta pensando que ahí está la solución

I) Finalmente insensatos que adoran bestias, hombres o plantas, incluso piedras o edificios podrán ser redimidos

Pero ninguno echa de ver que: ¿Si Dios ha determinado tu salvación por su Hijo Jesucristo quien lo puede contradecir?

Estos versículos son el máximo galardón de amor en el cual el Señor nos da la garantía de que no hay poder humano o diabólico que nos pueda separar del amor de Dios. Él es un Dios de amor. Y el Señor Jesucristo es nuestro Pastor y nosotros somos sus ovejas, ¿qué no habrá de hacer el Señor Jesús por una de sus ovejas? Deja todo por ir a su encuentro. El amor del Señor no es posible de entenderlo en la carne, vuélvete a la fe de nuestro Salvador de corazón y mente y serás salvo y victorioso en este mundo. Amén.

29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.