Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió

La primera carta a los corintios es un cúmulo de lecciones secundarias con las cuales los que creen en Jesucristo la deben aplicar en su vida diaria, primeramente en su interior, posteriormente a la iglesia y por último al mundo. Es menester comprender que la fe en Jesucristo por nuestro Padre es depositada para que rinda frutos en los inconversos, ya que la sabiduría de nuestro Dios en Jesucristo es más sabia que cualquier razón humana y no tiene comparación Su poder con la del hombre.

La sabiduría de Dios solo será entendida por los creyentes en el mundo y extendida por el Espíritu Santo. El mundo no la comprende y de ahí la consecuencia de perder su recompensa.

No hay fuente de sabiduría fuera de Dios, él es y seguirá siendo el depósito de la fe en nosotros y encerró su sabiduría en Jesucristo. La palabra de Cristo es ultra vencedora a cualquier palabra de los seres humanos y por eso exclama el Espíritu Santo “Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios”. Los hijos de Dios por la fe en Jesucristo andamos en esta palabra y somos la luz del mundo por conocer, guardar y vivir la palabra de Jesucristo en nuestras vidas. No nos sintamos vanagloriosos por haber sido escogidos porque de lo necio y lo débil nos escogió para avergonzar al mundo. Y de lo vil y mnospreciado fuimos escogidos y de lo que no es para deshacer lo que es.

Tenemos que andar en la humildad y la mansedumbre de Cristo y creer que tenemos un gran compromiso de no dejar nunca la palabra de Jesucristo. Es importante otra vez que volvamos a ver nuestro origen:

necio

débil

vil

menospreciado

lo que no es

Para que no nos jactemos delante de su presencia de ser alguien o algo y siempre glorifiquemos a Cristo Jesús y comprendamos su obra en nosotros:

Sabiduría: superior conocimiento sobre los demás

Justificación: somos salvos

Santificación: apartados del mundo

Redención: dignos de la vida eterna

Para glorificar de nuevo al señor Jesús. Si algo habría de jactarse uno, es del hecho de haber sido elegidos para ser testimonio suyo y no mediante arrogancia, sino con el amor, la humildad y la fe. Esa debería ser la forma en cómo uno demuestre la jactancia, sirviendo con solicitud los asuntos del reino espiritual de Cristo.

18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

19 Pues está escrito:

Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos.

20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?

21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;

23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;

24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.

25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;

27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;

28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,

29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.

30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;

31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.