Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad
- Cuerpo Editorial

- 25 feb 2019
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Paz y gracia del Señor Jesús sobreabunden en ustedes amados hermanos, lectores y buscadores de justicia y consuelo, dados por amor por parte del Padre, amén.
El apóstol Pablo en la primera parte del capítulo 12, combina deliciosamente tres temas fundamentales:
Dios como Padre, exhibe y alaba la obediencia, la sinceridad y el amor genuino que sus hijos le tienen aquí en la tierra para la vista de todos.
El aguijón de la carne como acotamiento y candado de seguridad espiritual para evitar apostasía y auto exaltaciones peligrosas.
Confirma Su permisión de hablar en primera persona y en yo cuando se trate de dar testimonio de Jesucristo (aunque SOLO por el Espíritu Santo puede hacerse esto).
En cuanto al primer punto, refiere Pablo la existencia de un hombre que alcanzó a conocer el tercer cielo y le fue concedido dárselo a conocer a Pablo mediante la conversación y testimonio verbal. Es decir, Dios exaltó a este varón llevándolo a ver parte de Su Gloria y permitiéndole comunicarlo a manera de prueba que Dios existe, pues ya desde aquellos días el diablo y los malvados apostaban a negar todo lo de Cristo (si negaban la resurrección del Señor Jesús, qué no negarían que Dios ahora fuese un Padre amoroso).
No se da el nombre de este varón para el cuidado de errar por muchos débiles y perversos. Por tanto, ahora este testimonio lo tienen en el olvido, más lo desatacamos hoy para prueba irrefutable que el Padre a quien quiere exalta y reconoce la obediencia de sus hijos (bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios).
Pablo también se gloría de este varón porque le dio inconmensurable gozo al saber de esto y lo plasma en su carta, para que el gozo que él tuvo lo tengamos nosotros. Y por eso mismo habló de sí anteriormente porque podía hacerlo, pero no lo hacía ya que esperaba mejor a que alguien lo dijese por el Espíritu.
Luego, en el segundo punto, viene el concepto aguijón de la carne, que muchos confunden con el pecado. No es así. Es un sello dado por el Padre -como Dios que también es para nosotros- con el propósito de proteger el alma de sus colaboradores. Hay que destacar algo: Permanecerá activado siempre que el colaborador esté en activo en el ministerio, es decir, mientras esté con vida y en testimonio. Además, no tiene nada que ver con la renunciación, ni con el pecado o la humanidad del colaborador. Y el Señor Jesús está en acuerdo con el Padre al respecto.
¿Por qué si Dios es Amor, es nuestro Padre pone este aguijón que el apóstol lo referencia muy fácticamente y no le fue concedido quitárselo? Acordaos de Lucifer, el otrora ángel de luz. Se halló en él maldad al desear ser como Dios. Se llenó de soberbia y auto exaltación y derivó en la realidad de hoy en día. Si un ser espiritual como él no resistió a ese deseo. ¿Podrá cualquier mortal hacerlo? ¡No! Así, por amor y muy a su pesar lo hace, para que ningún colaborador -nuestro amado hermano Pablo incluido- fuese tentado a exaltarse en sobremanera por las revelaciones o poder dados y caer por el resbaladero de muerte. Somos su mayor gloria, no puede darse el lujo de perdernos por algo así. Así que, cualquiera que tenga un aguijón “BÁSTATE DE MI GRACIA” dice el Padre, porque en esa debilidad se fortalece su poder haciéndolo perfecto.
Y el tercer punto lo constituye el hablar en un yo prudente, exacto, preciso, que todo lo hecho es por y para el ministerio de evangelizar solamente a Jesucristo, como el Hijo de Dios, que es el Señor, Salvador y Maestro. Pablo mismo reconoce que no es menor a los otros apóstoles en cuanto a hechos, pero sí en cuanto a que guarda su sabia distancia en humildad, pues cada quien tuvo su propio accionar y ¿cuál fue mejor que todos, si todos tuvieron la misma encomienda: predicar a Jesucristo? Eso lo dirimirá Jesucristo mismo en su tribunal.
Finalmente, la comunicación escrita del apóstol es hacia la iglesia, reflexionen en lo que está sucediendo (divisiones, contiendas, hipocresías y denostaciones) y se quiten de andar haciendo comparaciones vanas, competencias falsas de obras buenas y soberbia. Hay que. regresar camino de la paciencia y humildad, reconociendo se equivocaron al dejar que hombres ociosos entrasen en la iglesia para incitarlos a ocultar y justificar pecados graves, así como dejar a Pablo como un cero a la izquierda y, lo peor, olvidarse de Cristo.
Tengamos serio cuidado hermanos dado que, así como Pablo fue obligado por la circunstancia a defenderse en primera persona, debemos estar prestos y sagaces en el Espíritu a hacer lo propio cuando contumaces se acerquen para destruir y desestabilizar congregaciones.
Ponemos el fundamento en los versículos uno al trece. Que la paz del Señor Jesús y además, la prudencia y sabiduría del Altísimo Dios y Padre sean más que extensos en ustedes, ovejas y salvos por el Señor, para que no sean tentados y estemos todos firmes en la Roca de Salvación, que es Jesucristo, Señor nuestro, el poderoso Hijo de Dios, amén.
2 Corintios 12:1-13
12 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
5 De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. 6 Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. 7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 11 Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy. 12 Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros. 13 Porque ¿en qué habéis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? !!Perdonadme este agravio!




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