Así también estos resisten a la verdad, hombres corruptos de entendimiento; réprobos en cuanto a la

La paz, gracia, amor y misericordia del Señor Jesucristo sea en todos ustedes, creyentes y lectores del blog. Anhelamos sigan guardándose de la pandemia espiritual que azota al mundo, para que no se contagien de leuda doctrinal alguna ajena a Cristo, nuestro Señor, Salvador y Maestro. Amén.

En el capítulo tercero de la segunda carta escrita por el apóstol Pablo a nuestro hermano Timoteo, redacta una serie de pistas, perfiles, características, hechos y consecuencias de quienes en esos días como hasta ahora, debemos echar fuera de nuestras congregaciones.

Es necesario cortar cualquier lazo que nos una a ellos, por doloroso que sea. El adjetivo con el cual el Espíritu Santo define esta situación actual y todavía futura que todos nosotros debemos aquilatar es éste: peligroso. Y no porque el Espíritu nos diga esto para correr presas del pánico o predicar desesperanza, sino para estar alertas: Definamos peligroso, para los insensatos que conspiran tiempos apocalípticos al interior de las congregaciones: es toda situación o hecho que implica riesgos serios para la salud y vida de un ser vivo. Ahora bien, un tiempo peligroso digamos es un huracán, un terremoto, etc.; una condición peligrosa es una habitación llena de gases letales, manejar completamente ebrio, andar descalzo en agua cerca de cables de alta tensión. Todo esto está presente en el plano espiritual en forma de rutinas, falsas doctrinas o personas, pero la solución eficaz es evitarlos dándoles la espalda.

Y resalta el apóstol el perfil de estos enemigos disfrazados de hermanos quienes hay que evitar:

Estos impostores y saboteadores son los que utilizan a las mujercillas descritas ya en un blog anterior dedicado a las viudas para realizar sus desastres en las congregaciones.

Por eso como se escribió en aquel blog, las hermanas en Cristo siempre deben ser y estar protegidas por un varón, ya sea su padre (sujetas en todo a él cuando están solteras) o a su marido (si ya están casadas). Estas mujeres, al no estar sujetas, siguen el camino mortal de Eva, oír voz encantadora y extraña que las seduce a realizar actos de maldad pura.

Como para la maldad nunca se deja de aprender, presurosas están para esto, más si estos corruptos y corruptores las engañan con falsas promesas de cualquier índole.

De éstos hablamos, a éstos exhibimos: a los corruptos de entendimiento (no entrarán nunca jamás en razón o arrepentimiento) y réprobos de la fe (ajenos a Jesucristo, salteadores y destructores de toda buena obra). A éstos no hay que contratar un investigador privado para hallarlos: basta su propio testimonio, como lo declara el versículo 9.

Pero antes de que revelen su verdadero rostro (en lo que pretenden ocultarse) el apóstol nos ofrece la pista de estos falsos hermanos que hay que extirpar, sacar, arrojar y echar fuera para siempre de las congregaciones y dar aviso a otras para, en obediencia, evitarlos. El plan de acción es muy sencillo: DAR SEGUIMIENTO al perfil que a continuación se da y, si hay no conformidades, hay que separar a esta persona de interactuar activamente en la congregación para estar seguros no es un impostor disfrazado de siervo de Cristo. El cuerpo de ancianos y pastores oren fervorosamente para pedir revelación y seguridad en el Espíritu Santo para tomar la decisión de no mutilar al cuerpo y sí cercenar el peligro de un tajo esta gangrena espiritual:

El apóstol, como candado de seguridad reafirma que todo siervo de Cristo debe sufrir primero persecución y debe haber prueba fehaciente de esto, es decir, exista evidencia comprobable que el tal haya padecido por la doctrina verdadera de Cristo y no como malhechor. De otro modo, el tal es engañador que es a sí mismo engañado por sí mismo y debe ser echado fuera irremediablemente sin temor alguno.

Por eso como a Timoteo, el hermano Pablo nos vuelve a recordar que no dejemos de conocer y practicar las sagradas escrituras. Esta es la razón por la cual todo evangelista no puede nunca dejar de leer el nuevo pacto, ni el cuerpo de maestros, dado que éstos son los que fluyen en el Espíritu.

Además, cualquier enseñanza por el Espíritu que hable de Dios o de Cristo presenta las siguientes características con el primer objetivo específico, que es ser sabios para la salvación, sabiendo de antemano que es inspirada por Dios y útil para:

Y con esto esté preparado para toda buena obra.

Dejamos la evidencia contenida en la totalidad del capítulo tres de la segunda carta escrita por el apóstol Pablo al evangelista Timoteo, ambos hermanos en la fe.

La paz y gracia del Señor Jesucristo es en todos ustedes, amén.

3 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 6 Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 7 Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9 Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. 10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 más los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.