El poder de Jesucristo para juzgar: Preludio
- Cuerpo Editorial
- 14 dic 2024
- 4 Min. de lectura
Que el amor, la gracia, la paz y el gozo de nuestro Señor Jesucristo sean plenos y rebosantes en ustedes, amados hermanos, amén.
Tras leer el número anterior, en el asunto sobre de quién era el Cristo, mucho ofendió al Padre, dio gran celo al Hijo quien por medio del Espíritu Santo le fue dada la autoridad para juzgar este asunto desde la misma Tierra y aun antes de ser sacrificado.
El no haber reconocido el origen celestial del Profeta, del Enviado y del Cordero selló el destino de todos los que no crean en él, pues hasta que él no venga esta escritura sigue vigente.
Los saduceos, los fariseos, los herodianos y los escribas, tras haber intentado por todos los medios hacer caer a Jesucristo planteándole preguntas con dolo (delante de sus discípulos y el pueblo) y lograr tan solo ser hallados exhibidos como pervertidores de la ley y humillados y reconvenidos se replegaron y no osaron preguntarle más bastante molestos y frustrados.
Es tan extenso este tema que tendremos varias partes en las cuales -por medio del Espíritu Santo- es honroso meditar en esta poderosa acción de nuestro Salvador de enseñarnos a defender la fe con decoro, prudencia y valor.
Los compendios son:
Blog 555 Parte 1: Introducción y planteamiento de la acusación, Mateo 23: 1-12.
Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: 2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. 4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. 8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Blog 556 Parte 2: Descarga de pruebas: Primer, segundo y tercer Ayes, Mateo 23:13-15.
Blog 557 Parte 3: Cuarto Ay, Mateo 23:16-22.
Blog 558 Parte 4: Quinto y sexto Ayes, Mateo 23:13-26.
Blog 559 Parte 5: Séptimo y octavo Ayes, Mateo 23:27-32.
Blog 560 Parte 6: Sentencia final: Mateo 23: 33-36.
En este número, explicamos por la gracia que nos concede el Padre de meditar el entorno sobre el cual el Señor Jesús, soportó la prueba, fue muy paciente y salió airoso, pero cuando vio el desprecio hacia él y hacia el Padre, se molestó mucho, puesto que no era lo que debería el pueblo hacer: dudar y desdeñar.
De acuerdo con los profetas, el Cristo, aunque sufriente, debía ser confortado, consolado y recibido entre sus hermanos para hallar la gracia del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob nuevamente y ahora sí, extenderla a los gentiles por medio de ellos.
Pero no, ellos tenían otros planes: querían un rey davídico, guerrero, cruel y dispuesto a matar a los romanos y conquistarlos: hacerles pagar ojo por ojo y diente por diente. Querían a un militar y no a un sabio; querían a un inmisericorde que despertase terror y no a un sujeto pobre y humilde; añoraban a un vengador y no a un sanador y reconciliador; a un rico y opulento líder carismático y político y no a un predicador.
Es decir, que lo que Dios les envió no les pareció y en su cara lo rechazaron. Las preguntas planteadas en la segunda sección del capítulo 21 y todo el capítulo 22 de Mateo obedecían a querer hallar justificación de su maldad y el Señor Jesús, al no validarla y, por el contrario, exhibirla al pueblo fue lo que ocasionó su ira y al final mostraron que querían arrebatarle el reino de Israel con su religión.
Por eso Jesucristo no toleró este acto de rebeldía, hipocresía, mentira y abominación y en los siguientes números del blog ahondaremos por el Espíritu en el detalle de enseñanza al respecto.
De hecho, el blog 561 es la continuación de este acto de juzgar el asunto y ahora mirar al pueblo en su infidelidad, pero esto es adelantar vísperas y no es conveniente abarcar tanto por ahora. Para entonces por el Espíritu daremos la secuencia de acontecimientos, pues todo esto que hemos descrito, ocurrió tras entrar al templo después de haber arrojado las mesas de los cambistas. Es decir, en el terreno de ellos se dio esta batalla espiritual y estos temas continúan en este lugar.
Esperamos que: por el amor de nuestro Señor Jesucristo, la gracia del Padre y el entendimiento por el Espíritu Santo les sea de revelación, edificación y gozo. Los saludamos afectuosamente desde el noreste de México.
Que el amor, la gracia y paz del Señor Jesús sea en todos ustedes, amados hermanos, amén.
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