Pilatos, Profecía vs. El mundo.
- Cuerpo Editorial

- 12 jul
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Actualizado: 13 jul
Amados hermanos nuestros, que la paz, gracia y amor del Señor Jesucristo sea con ustedes, en su espíritu, amén.
En Mateo 27:11-14, dice así:
11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y este le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. 12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. 13 Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? 14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Después de leer lo que aconteció con el hijo de la perdición, Jesús mientras tanto, estaba bajo cadenas y prisiones escuchando en silencio todos los falsos argumentos que contra él se decía por parte del sanedrín malévolo ante Pilato, autoridad mundana puesta por Dios a través de los romanos, los opresores conquistadores de ellos.
Pilatos representa a todo lo que el mundo tiene en estima, fuerte y poderoso en sus términos, a saber: toda autoridad, institución, grupo o persona política, intelectual, filosófica y moral que se crea sabia en su propia opinión y ciegos dirigiendo ciegos. Ninguna de esta figura tiene ciencia o conocimiento de lo Alto, sino que han sido confirmadas y concebidas para ser testimonio de los hijos del Altísimo Dios y Padre nuestro por gracia de Jesucristo, nuestro Señor, Salvador y Maestro, Obispo de nuestras almas.
¿Testimonio de qué? de audiencia, conocimiento y juicio.
De audiencia, porque como controlan medios e informantes, es necesario que el testimonio de que Dios es Quien ES y que su Hijo Jesucristo fue crucificado y muerto para salvación de toda alma viviente. En sus propios medios y en sus propios canales a través del supuesto escarnio y exhibición de alguien enemigo del sistema hable en el idioma de sus opresores y llegue a todo oído congénere de ellos el mensaje, que de otro modo no les llegaría. Leed y aprended, que esto es sabiduría de Dios y no de hombre.
Conocimiento, por cuanto si no sabían de Dios, de Cristo o del evangelio por estar atendiendo a sus asuntos, ahora lo oyen y les llega a lo más recóndito de su mente, conciencia y alma, además de que queda registrado el evento ante el Libro de los Hechos de los Hombres y así ninguno de ellos pueda argüir ignorancia, pues el morbo de ver y saber quiénes son exhibidos como corderitos los llevará a escuchar sí o sí el mensaje de vida eterna, independientemente de si eligen ser salvos o no, esta palabra dicha y oída quedará clavada y sembrada en ellos para siempre.
Juicio, por cuanto de entre ellos muchos no creerán, cerrarán sus oídos y querrán silenciar a los hablantes cuando hablen. Y no creerán porque ya están ordenados para servir del mal, sin embargo, ellos siempre podrían decidir cambiar, muchos no lo harán.
Juicio porque si mueren sin confesar a Jesucristo como el Hijo de Dios y que él se levantó de entre los muertos perderán todo acceso a la vida eterna, ganando por derecho propio la condenación y muerte eternas.
Amados, Pilato, al demandar palabra de defensa del Señor y este solo aceptar paráfrasis de él cuando repetía las declaraciones de sus acusadores, denota que no viene a convencer a ninguna autoridad humana, pensamiento o escuela, sino a las almas en lo individual. NO hay ni habrá gobierno cristiano, institución mundana revelada, partido político de iglesia, asociaciones religiosas de revelación directa por el Espíritu Santo -ojo no hablamos de las congregaciones y la Iglesia, sino agrupaciones humanas- o grupos humanos que lucren con la palabra.
Ningún sistema político confiesa a Jesucristo, si bien muchos de estos -ismos políticos toman versículos de la Escritura. NINGUNO reconoce a Jesucristo como autor original de sus dogmas, corrientes y filosofías.
En los siguientes evangelios se verán otros aspectos más profundos, pero ahora la religión acusa a Jesucristo y el mundo oye sus argumentos y sus autoridades son puestas bajo presión para saber cómo proceder, si agradar a los hombres o a Dios. Pilatos se maravilló con espanto y estupefacción cómo Jesús simplemente los observaba y callaba. Espanto porque cualquier hombre en un punto determinado aceptaría cualquier oferta, soborno, imposición o manipulación para obtener más tiempo de vida aquí y no padecer como Cristo padeció.
Y nuestro llamamiento a estar listos cuando este momento llegue -si llega en menor o mayor medida- es real, el mundo tiene que oír lo que el Señor por el Espíritu tiene que oír.
Además, era irrelevante que Jesús hablase y predicase, porque así les evitó el pecado de la blasfemia, si bien ya mentían, si él dijese algo cualquier algo sería convertido en anatema que deshonrase el nombre del Santo Dios y Padre nuestro. Finalmente, no era tiempo para predicar, sino padecer.
Nuestro Señor calló, y entre quienes estén diseñados a estar entre autoridades dirán lo que el Espíritu Santo en ellos les muestre el qué decir.
El mundo se maravilla y se aterra, porque no pueden negar verdades, porque los siervos de Cristo bajo opresión de sus verdugos van a hablar palabra dura de lo Alto y no podrán desoír.
Así que, leamos amados y entendamos que a Pilatos no le es dado saber los tiempos y sazones de la fe, la palabra y la profecía, solo oír lo que tenga que oír
Que la paz, gracia y amor de nuestro Señor Jesucristo sea en todos ustedes amados lectores, amén.




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